La Raza Cósmica, Lujambio y el Evangelio según San Juan

La Raza Cósmica, Lujambio y el Evangelio según San Juan

“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, Juan 8:32

“La Raza Cósmica” es el nombre que nos dio a todos los mexicanos ese gran pensador que fue José Vasconcelos. A mediados del S. XX, Vasconcelos escribió un ensayo filosófico que llevó como título precisamente ese apelativo, “La Raza Cósmica”, que sentó las bases de un pensamiento cuasi religioso que al día de hoy tiene bastantes seguidores, que incluye toda esa onda de los mayas, el fin del mundo en el 2012, etc. En esta obra, Vasconcelos decía que los mexicanos tenemos todo para ser la raza que domine culturalmente a toda la humanidad en el futuro, ya que tenemos la combinación genética perfecta de indios, europeos y esclavos negros, lo cual nos permitía tomar lo mejor de cada raza a nuestro favor. 


Sin embargo, esta obra de literatura no es la razón de este artículo.

Alonso Lujambio, actual titular de la S.E.P.

Aparte de ser un excelente escritor, José Vasconcelos también fue un excelente servidor público, siendo el fundador de lo que hoy conocemos como la Secretaría de Educación Pública (SEP), encabezada actualmente por Alonso Lujambio, lo cual indudablemente genera en mí sentimientos comparativos entre Vasconcelos y Lujambio. Invariablemente tiene mas méritos y logros Vasconcelos que Lujambio, aunque tienen una coincidencia interesante: los dos trataron de ser presidentes de México y los dos fracasaron en su intento.

Al inicio de este artículo me tomé la libertad de transcribir una frase que San Juan le atribuye a Jesús en su Evangelio, frase que independientemente de la connotación religiosa que conlleva por la persona a quien se la atribuyen, tiene un contenido filosófico y político de gran trascendencia e importancia para México; nos habla sobre la educación, ya que la educación es el mejor método para descubrir la verdad en todos los ámbitos de nuestra vida.

En México, la educación es un verdadero desastre, pero no siempre fue así: la educación gratuita fue uno de los grandes logros de la Revolución Mexicana - la educación libre, gratuita, laica, obligatoria, humanista, científica, nacionalista etc. Además, debo decir que los programas educativos mexicanos tuvieron como cabeza a grandes pensadores como Torres Bodet, Agustín Yañez, entre otros. Tuvo también programas de mucho éxito como el programa de libros de texto gratuito,; los maestros en un tiempo fueron figuras respetadas y queridas por la sociedad, siendo los maestros un motor del avance cultural de México, la semilla de la clase media. Conozco en lo personal a varios maestros que dedicaron su vida al magisterio en los años 60’s y 70’s del siglo pasado y se merecen todo mi respeto y admiración, pero parece que algo esta deteniendo hoy en día el progreso de la educación en México.

Portada de libro de texto gratuito de
mediados del siglo pasado

Los logros educativos del pasado son solamente eso: parte del pasado. 


En la actualidad vemos que el magisterio se llena de personas incompetentes y sin un verdadero compromiso con la educación del país; eso vemos por el lado de los maestros. Por el lado del gobierno, vemos un total abandono y una cruel indiferencia por la educación del pueblo. Si yo fuera mal pensado, se me ocurriría que al gobierno le conviene tener un pueblo ignorante, porque entre mas ignorante sea el pueblo, menos problemas le da al gobierno. Pero ése es solo un pensamiento perverso que estoy seguro es infundado y hasta calumniador.

Los presupuestos destinados a la educación en México son vergonzosos; sus dos últimos titulares solamente se han dedicado a gestionar sus aspiraciones políticas desde la SEP. Aunado a todo esto, está siempre la sombra del sindicato de maestros que no deja que se haga nada; en todo este panorama sombrío que acabo de resumir y que ya todos conocemos, la gran pregunta es: ¿qué podemos hacer?

El origen de todos los problemas de México (crimen organizado, pobreza, desempleo, etc.) es la falta de educación del pueblo; no se puede solucionar ningún problema en este país si no se combate la ignorancia de manera prioritaria. Toda estrategia que se implemente con la finalidad de acabar con los grandes problemas de México, si no va acompañada de estrategias educativas y culturales, está condenada al fracaso.

Lo que realmente hace falta en materia educativa es una estrategia y visión a largo plazo, que no esté ligada a los caprichos de cada presidente entrante y de cada secretario que termina en esa secretaría como un mero premio de consolación al no haber podido alcanzar otros cargos. Si lográramos de alguna manera independizar a la SEP del Gobierno Federal, podrían lograrse verdaderos cambios. 


Una de las soluciones que a mí se me ocurren es la creación de un ente autónomo constitucional, como lo son el Banco de México, el INEGI, y el IFE. Este órgano tendría autonomía técnica y presupuestal, y que no estaría sujeta a los cambios de estrategias de cada sexenio. Para muestra un botón: en el sexenio de Vicente Fox, se impulsó un programa que se llamaba “enciclomedia”; se gastaron cientos de millones de pesos en comprar todos los aparatos para instalar estas enciclomedias en todo el país. Al cambio de sexenio, el programa se abandonó y se perdió toda la inversión realizada en un sexenio; esto demuestra la falta de continuidad y de consistencia en las estrategias educativas del Gobierno Federal, por lo que un órgano educativo independiente de cada presidente entrante podría emprender estrategias a largo plazo que se mantengan y no estén al arbitrio de cada administración, como ha sido el caso del Banco de México: el peso mexicano ha tenido su mayor estabilidad desde que el Banco de México se independizó del Gobierno Federal. No veo por qué no pueda hacerse lo mismo con la SEP, ya que tan importante es la estabilidad de la moneda como lo es la educación de nuestro pueblo.

También se necesita una figura emblemática, carismática y reconocida en el ámbito educativo para que le de un nuevo empuje a la educación en México, porque no sólo se trata de la institución, sino que también es muy importante la cabeza de la misma. El líder de esta institución debe inspirar a sus subordinados a alcanzar sus metas; en México tenemos varias personas con el prestigio suficiente para iniciar una nueva era en la educación de México.

Como les comento, soluciones hay varias, pero lo que falta es la voluntad de educar al pueblo, para que el pueblo educado le exija más a sus gobernantes y éstos a su vez den mejores resultados. Es un círculo virtuoso donde la educación nos ayudará a encontrar la verdad, y, como dije al principio de este artículo, la verdad nos hará verdaderamente libres y democráticos en todos los sentidos.

Piénsenlo.