“Hay éxitos que rebajan y derrotas que engrandecen.”- Nicolae Iorga.
Durante los 70 años que duró el Ancien Régime en México, las minorías políticas se quejaban amargamente de que el país carecía de instituciones que dieran certeza, seguridad y confianza en materia electoral. Pero gracias a la valentía y a la consistencia en la lucha por la democracia de infinidad de personas, muchas de ellas anónimas, el día de hoy tenemos instituciones carísimas que han dado legitimidad a las elecciones en este país.
Jose Woldenberg |
Dicen que mala hierba nunca muere. Cada día vemos más pruebas de que eso es cierto; definitivamente la creación del IFE fue un paso para lograr la democracia en México, pero no era el único ni el más necesario. ¿Qué pasó cuando el régimen ya no podía contar los votos y autodeclararse ganador? El régimen busco maneras más creativas de mantenerse en el poder. Si ya no iban a poder meter mano a las urnas, ni llevar mapaches a que se robaran las urnas ni hacer todas las cochinadas del pasado, se aseguraron de que la gente votara por ellos. Lástima que no convencieron a la buena.
Incluso la existencia y el prestigio del IFE han servido para querer ocultar las prácticas poco democráticas que todavía existen en México, como lo son el acarreo, el coyotaje, los programas de “desarrollo social”, las amenazas por parte del crimen organizado (que claro están al servicio de los partidos), etc. Queriendo aparentar que sólo porque el IFE se encarga de las elecciones, entonces ya son transparentes y correctas, lo cual es totalmente falso.
Como si el panorama que acabo de describir no fuera lo suficientemente complicado, ha empezado a surgir una mala costumbre entre los candidatos que participan en las elecciones, práctica que he visto ocurrir en los tres niveles de gobierno, en todos los estados y tristemente en varias elecciones (dicen que una mala conducta que se repite muchas veces se convierte en vicio). Hablo de esa pésima costumbre de no saber perder.
¿Cuándo fue la última vez que ustedes vieron una elección donde los contendientes se dieran la mano, felicitaran al ganador y se pusieran a trabajar a favor de la sociedad que tanto dicen querer? Yo no me acuerdo, el ejemplo más claro de esto fue López Obrador en el 2006, pero antes de esa elección ya habíamos tenido precedentes similares: Fox en Guanajuato en los 90’s, Ramón Corral en Sonora, etc. Rara vez en México se ha logrado anular una elección sólo porque el perdedor no supo tragarse la derrota; no obstante, siguen insistiendo en querer que anulen todas y cada una de las elecciones por supuestas irregularidades, nunca han meditado que en una elección donde acuden a votar millones de personas siempre habrá irregularidades; es normal, somos humanos y no puede haber elecciones 100% perfectas. Las derrotas deben de llevarse con dignidad y con responsabilidad.
Es indudable que a muchos entristece ver que las viejas prácticas regresan, ver que el antiguo régimen esta frotándose las manos por volver, ver que los mexicanos nos hemos vuelto un rebaño guiado por un copete perfecto, pero por más que nos duela todo lo anterior, la solución no es lanzar acusaciones irresponsables a los contrincantes. La solución es ganar “a la buena”, las malas prácticas no se deben de combatir con más malas prácticas, ¿Dónde quedan las enseñanzas de los hombres que en el pasado lucharon con paciencia y con responsabilidad en contra de un régimen que era totalmente autoritario?
Cocoa Calderón |
Lo que estamos viendo en Michoacán es verdaderamente triste. Luisa María Calderón “Cocoa” era una candidata extraordinaria, mujeres como ella pocas; se enfrentó a su hermano, se enfrentó a una sociedad retrógrada y conservadora al ser madre soltera, se enfrentó a un mundo de hombres, se alzó con su carisma y sus propuestas, elevó los votos al PAN en Michoacán como nadie. Tristemente no ganó, pero más triste es aún que recurra a la táctica de negar la derrota y querer hacer conteos “voto por voto” y “casilla por casilla”. Cocoa corre el riesgo de perder esa imagen y capital político que tiene, si insiste en negar su derrota.
Es poco probable que Cocoa pueda lograr que anulen las elecciones; lo que sí es altamente probable es que pierda su imagen como política seria, repitiendo las mismas actitudes tontas que tanto daño le hizo a su hermano cuando ganó la presidencia, y de paso, destruirá un poco de la confianza que tiene el pueblo en el IFE.
Es por eso que en México estamos un pasito pa’ adelante con la infraestructura del IFE y con los PREP’s, conteos rápidos, representantes de casillas etc. Mientras que con el otro pie estamos un pasito pa’ atrás, con políticos que no tienen responsabilidad, copetes vacíos de oropel y con políticos que no saben perder.
Me quedon con aparitr de " lo que estamos viviendo en Michoacan... " hasta llegar al punto final. Con eso concuerdo.
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