Este domingo 27
de noviembre vimos algo que no veíamos desde 1994,: una ceremonia a todo color
de destape, todo a la vieja usanza. Ese día, Enrique Peña Nieto acudió al
auditorio Plutarco Elías Calles, ubicado en la sede nacional del Partido
Revolucionario Institucional; el motivo para esta ceremonia tan colorida fue el
registro de su pre-candidatura. Llegó en compañía de su esposa Angélica y de
los hijos de ambos, y dicha ceremonia estuvo enmarcada de las formas del pasado.
En esta ceremonia
revivió la gran dinastía jurásica, la misma que muchos creyeron no sería capaz
ni se atrevería a realizar esta ceremonia arcaica. Se dejo ver el anciano líder
de la C.T.M., Don Joaquín Gamboa Pascoe; el líder de la C.N.O.P., Emilio Gamboa
Patrón; el líder de la C.N.C., Gerardo Sánchez García, el Presidente Nacional
del PRI, Humberto Moreira; la Secretaria General del PRI, Cristina Díaz
Salazar, etc. En pocas palabras, la plana mayor del priismo nacional.
La explanada de
la sede nacional del PRI se veía llena de ecos del pasado, miles de acarreados
en camiones, a los que se les da una torta (como antes) y matracas para que le
chiflen y le aplaudan al candidato; un verdadero espectáculo y demostración de fuerza.
El día terminó
con un discurso del candidato, en el que demostró una oratoria falsa, solemne y
ensayada, incluso cuando extiende la mano al aire, como perdonándoles la vida a
sus súbditos; podemos acordarnos claramente de Carlos Salinas de Gortari en sus
mejores tiempos.
Todo lo anterior
estaría perfectamente a tono con el México de 1970, sin embargo, en pleno siglo
XXI, una ceremonia como esta pone nerviosos a varios, más aún cuando el lema
del PRI durante los últimos 20 años ha sido: “El Nuevo PRI”. ¿Alguien cree que
exista un nuevo PRI? Lo dudo. El PRI debería de cuidar las formas, al menos
para poder decir con seguridad que son un nuevo PRI. Si cuando las personas son las
mismas, las ideas son las mismas y finalmente las ceremonias son las mismas, ¿existe
ese nuevo PRI?
Sr. Peña, la tentación
del poder absoluto y de la presidencia imperial es muy grande y tentadora, pero
considere usted que una gran parte del país no quiere ver esos modos de antes. Cuide usted su arranque de campaña; queremos ver algo fresco y diferente, no un
Luis Echeverría con buen copete.
Les dejo un extracto del discurso.
Marat.
van x las calles.. ropopon pooooon... ropopooon... cual dinosaurios del tambor...
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